lunes, 14 de septiembre de 2009

Tragedia.

lunes, 14 de septiembre de 2009
Eran las 23:50 horas cuando llegué al cementerio, lugar donde nos habíamos citado para hablar seriamente. No estaba seguro de lo que iba decir, pero si quería dejar las cosas claras de una vez. Ya en la tarde, se me había ido la resaca y el efecto de la pastilla, y me paré a pensar en las palabras de mi propio ego. Llegué a la conclusión de que realmente sentíamos algo el uno por el otro, pues ambos sentimos celos la noche anterior, ella rompió la puerta de la nevera y yo casi pierdo la cabeza, como aquella escultura que se espachurró contra el suelo.

 No se porqué, pero a estas alturas aún no nos habíamos declarado nuestros sentimientos, si ella supiera cuanto la deseaba no tendría la necesidad de buscar calor en otro amante, y yo no lamentaría el haberla conocido. Así que le envié un SMS pidiéndole que se reuniera conmigo para aclarar algunos puntos, y ella me confirmó el sitio y la hora —En el cementerio a las 24:00h. Hacia un tiempo ya que alguna vez que otra hacían botellón dentro del cementerio, y por lo visto hoy era uno de esos días.

Estaba buscando cualquier apertura para colarme adentro, cuando vi un taburete junto a una de las paredes del cementerio, supuse que lo usaban para saltar la tapia, así que me subí y la traspasé. No tardé mucho en divisar la figura de Shagy en la oscuridad de la noche, se encontraba fumando, tendida sobre una tumba y se levantó para saludarme. Caminaba con un atractivo y una perfección que cortaba el aliento a cualquiera. Pude observar por los alrededores a lolyn, las mellis y los demás.

Al llegar a mí, sin mediar palabra alguna levantó su mano:
—Plaf!! —Me abofeteó la cara —Esto por como te portaste ayer, y por haberme tenido preocupada toda la noche —y se abrazó a mí besándome ansiosamente, haciendo que casi me olvidara a lo que había venido.
 —Shagy ¡¡no!! —le supliqué, no podía caer en la misma piedra de nuevo y dejar que ocurriera lo mismo.
—Shagy, necesito contarte algo. — ¿si? cuéntame lo que quieras —me susurró entre besos.
—Mira tú, esto… Me gustas… Desde hace tiempo, y no puedo… —aah!! —Sus besos ardientes me hacían estremecer.
—¡¡Joder!! No puedo estar así… Porq… Porque quiero saber si tu también... —¡auh! Estate quieta —le pedí nervioso.
—Oye dime si me quieres y si no es así… —Shagy deja de darme bocados coño y dime ya que sientes por mí —le ordené impaciente. Se echó para atrás y me respondió —Vive el momento Pacorro no merece la pena amarrarse a alguien, yo también siento algo especial por ti , desde que nos conocimos en la Disco me sentí atraída por ti.

—Pero… ¿Entonces, como te enrollabas con otros delante mía...? No lo entiendo —le dije desconcertado —Ya sé lo que piensas, es normal que estés confundido pero tu y yo nunca podremos estar juntos —me respondió tajantemente — ¿Cómo que no? después de todo lo que he pasado por ti ¿ahora me dices esto? —le espeté ofendido. —No puedo contarte nada por tu bien —me advirtió —Tengo que irme adiós —y se giró para marcharse cuando la agarré de la mano, como aquella noche que nos conocimos, tenia la cara pálida y las manos fría, quizás fuera por la helada que estaba cayendo.

—No te vayas quédate, quiero pasar la noche contigo como hicimos en la furgoneta de mi padre ¿recuerdas? — ¿Que hablas tío? No hicimos nada en esa furgoneta —y se soltó de mi mano con fuerza, la veía bastante alterada y me mataba no saber el motivo de su negación, no iba dejar que se marchara así porque así, al sujetarla por el hombro se volvió bruscamente hacia mí y me agarró por el cuello con fuerza. —Si me vuelves a tocar… Te arranco el cuello ¿Te enteras? —me amenazó violentamente, tenia los ojos desencajados y rojos como rubí, estaba fuera de sí, aquello me atemorizó y di un paso atrás, ella se percató y al instante relajó la expresión de agresividad.

—Perdóname Pacomerte, vuelvo en un rato y hablamos de esto te lo prometo —me dijo esta vez más cariñosa acariciándome la cara. —Lolyn me llevo tu moto —le gritó y se marchó impaciente. Me dirigía a donde estaba el grupo, que hasta ahora no los había saludado. Después de todo, no fue tan difícil como yo creía. —Pensé —Solo bastó con habernos sincerado los dos para comprendernos el uno al otro, aunque de momento solo yo di el primer paso, pero me daba igual ya que como ella me había dicho hablaríamos a su vuelta.

Mientras caminaba se escuchaba de fondo los acelerones de la moto alejándose con prisa. Estaba apunto de darle la mano a Lolyn cuando se oyó un estruendoso topetazo, fui el primero en saltar la tapia, para ver que había ocurrido, al llegar a la zona de la curva me quedé trastornado por unos momentos, sin poder moverme ni articular palabra, me parecía imposible lo que veían mis ojos. Allí en medio del pavimento de arena, yacía inerte el cuerpo de Shagy regado de sangre. No teníamos ni idea de lo que había ocurrido, pues quien quiera que fuera el culpable se dio a la fuga, llamamos a la ambulancia la cual llegó en pocos minutos, y se la llevaron a urgencia.

Les pedí que me dejaran ir con ellos y aceptaron, cuando llegamos al ambulatorio me ordenaron quedarme en la sala de espera. ¿Como podía tener uno tantos altibajos en la vida? Pensé. Ahora que todo estaba aclarado y podíamos intentarlo juntos ocurría esto, suspiré largamente a la vez que apoyaba la cabeza sobre el cristal de la ventana. Llevaba rato mirando hacia la calle, cuando divisé a los padres de Shagy de camino al ambulatorio, traian cara de espanto, pude ver como entraban en la estancia donde se encontraba su hija con gran temor, en ese momento salieron dos enfermeros hablando entre ellos.
— ¿Viste? Venia muerta…
—NoOo!! Muerta muerta muerta —repetía una y otra vez golpeando el cristal con fuerza, desesperado me eché al suelo llorando como un niño con las manos impregnadas de sangre y llenas de moratones a causa de los golpes, las manos me temblaban de impotencia y ansiedad, odiaba mi vida y deseaba desde el fondo de mi alma encontrar al culpable y hacerle pagar por el daño que nos había hecho.
 No podía quedarme allí más tiempo los demás llegarían en breve y tendría que darles la noticia, no quería hablar con nadie ni quería saber nada de nadie, lo único que deseaba era estar solo ahogándome en mi pena. Me levanté del suelo triste y hundido dirigiéndome hacia la calle del ambulatorio, al salir me giré y me despedí de ella para siempre.
ADIOS SHAGY.

2 comentarios:

Niuna dijo...

NOOOO tio no puede acabar asi q mal rollo voy a seguir leyendo la segunda parte, pero que sepas que ya no sera lo mismo

Isaac Lopez Jimenez dijo...

Bueno! por fin me la li por 2ª vez jaja ahora voy a por la 2ª parte de Pura obsesion ^^

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