Botellona.

Estuve toda la semana impulsivo, a duras penas me sentaba para comer, ni pude conciliar el sueño, no descansaba ni podía estarme quieto un rato, necesitaba verla para hablar, que me explicara.
Todas las noches me quedaba esperándola a que se conectara por MSN o lo hiciera en el Irc, pero no dio señales de vida, los moretones fueron desapareciendo poco a poco, y para el viernes ya no tenia nada.

Llegó el momento tan anhelado por mi, el cual llevaba toda una mísera semana aguardando. Se agregaron Lolyn y el Mosca a la velada, ella se hizo de esperar así que mientras tanto nos pusimos a hacer el ganso bailando, el mosca con la maquina de humo formaba una densa niebla por todo el local, y Lolyn iba preparando el Peta para ir calentando motores. De pronto se abrió la puerta y alli apareció la figura de Shagy borrosa por la niebla de humo.

—¿hola que pasa? —sonó su voz débil.
—Aquí estamos esperándote niña —le respondí sonriéndole mientras le daba dos besos.
—Que extraño —pensé, no me ha dado ninguna reacción al contacto con su piel, ¿que ha pasado?, quizás sean mis ansias de verla.
—Son 3€ Shagy que no se te olvide —dijo Lolyn con entusiasmo.
Y el mosca soltó una sonrisa y siguió a su bola con la maquina a cuesta.

Necesitábamos animarnos un poco, así que empezamos a beber sin más, yo mientras me estaba martilleando la cabeza buscando alguna razón por la que no sentí nada al tocarla, había soñado con este momento y fue un desencanto, no podía ser, tenía que haber alguna razón por la que no recibiera esas descargas de adrenalina, tal vez fuera el frío o que se yo. Ya harto de pensar me acerqué a la vanette donde ella estaba sentada, la miré a la cara la tenia pálida, ¿estaría enferma?.