Verano Ausente.

Llegó el verano y con él las juergas, las salidas al cine, los botellones, las quedadas en el parque para comer bocatas, beber cervezas y terminar la noche bebiendo cubatas y más cubatas.
Todo se me estaba haciendo cada vez más monótono e indigesto, siempre la misma escena de los dos enrollándose bajo la penumbra de la luna, me era insoportable verlos juntos, ya que la consideraba mía y yo la conocí antes que Tichu, no tenia derecho a estar con ella, solo yo tenia que ser quien la acariciara, quien le susurrara cosas bellas al oído, quien la besara con tantas ansias como ella lo hacia conmigo.

Dios!! Pero que estaba diciendo, me estaba volviendo loco y ya no razonaba, estaba divagando algo que era totalmente ilógico, ella no era de nadie ni pertenecía a nadie, por lo tanto estaba en su derecho de hacer lo que le viniera en gana, otra cosa es que yo me hubiese obsesionado con Shagy y la echara en falta, pero no por ello podía exigirle ni reprocharle nada.

Así que decidí distanciarme de todo lo relacionado con Shagy, era lo mas acertado que podía hacer, dejé de frecuentar los mismos lugares que ella y a poner excusas para no quedar con el grupo, me sentía mal pues realmente me lo pasaba bien cuando estaba con ellos, pero necesitaba quitarme a Shagy de la cabeza o me iba volver loco, al final, aunque costó tiempo dejaron de llamarme.

Mientras lo pasaba en mi cuarto leyendo, viendo películas, saliendo con mi colega Kiki a los billares u otras cosas. Estábamos aprendiendo mucho al billar sobre todo yo, que me había comprado un taco profesional y la diferencia era notoria, había aprendido a darle efecto a la bola blanca, y ahora me quedaban los tiros de banda que se me hacia mas complicado.