Decepción.

Ya se acercaba el invierno, por lo tanto estaría menos ocupada que todo este tiempo atrás, pero aunque en más de una ocasión fui a su barrio para quedar con ella nunca logré verla. Me parecía tan extraña, tan distante y tan irreal que llegué a pensar que solo existía en mi cabeza.
 Un sábado noche estando en la discoteca “Er Lío”, Lolyn sin esperarlo me advirtió de la presencia de Shagy, miré al frente y ahí estaba ella entre el gentío, por fin pude dar con ella, tanto tiempo buscándola, imaginándome como seria nuestro encuentro, intentando quedar con ella sin éxito, y ahora la tenia delante de mi quitándose su gabardina negra estilo Matrix, se dirigía hacia mi con apremio, así que extendí mi brazo para frenarla.

 Por un momento se paró el tiempo, dejo de sonar la música y la gente desapareció del escenario, mis dedos tocaron su brazo al pasar, tan solo fue un instante milimétrico, casi un suspiro, pero que cambió mi vida para siempre. Una corriente de energía sacudió todo mi cuerpo que me hizo estremecer, tanto que incluso ella notó mi reacción al contacto con su piel y me miró sobresaltada.
— ¿Que haces tío? —gritó ella liberándose de mi brazo.
—Shagy soy yo Pacomer… —Termine susurrando al ver como se marchaba sin tan siquiera mirarme.

 En unos segundos vi como se derrumbaba mi mundo y el como un simple gesto podía arruinar meses de amistad, me ardía el pecho del desengaño que había experimentado, no comprendía como una tía la cual habíamos estado hablando y conociéndonos todo un verano me ignorara y despreciara de aquella manera, como si fuéramos dos extraños. Finalmente me salí fuera a despejarme un rato, necesitaba aire fresco ya que tenía la mente aturdida.